Vistas de página en total

martes, 2 de abril de 2013

LAS GAFAS

En la Europa del siglo XIII ya se usaban lentes para afinar la visión y tratar la vista cansada. Tras siglos de avances técnicos, hoy se construyen con materiales ligeros y resistentes, y han originado un mercado donde confluyen moda y salud ocular.
Los anteojos o lentes que pueden sujetarse a las orejas se llaman gafas. Sus patillas torcidas y encorvadas, como las manos de un gafo o leproso, hicieron que en castellano se denominaran lentes gafas, para luego pasar a llamarse gafas a secas. Así que, en sentido estricto, las primeras datan de 1727, cuando el óptico londinense Edward Scarlett inventó las patillas. De cualquier forma, hoy no es frecuente que se las designe con otros nombres que también han llevado, como anteojos ?o antojos?, antiparras, binóculos o espejuelos; de los impertinentes, la RAE dice que son los "anteojos con manija usados por las señoras".
Existe consenso entre los historiadores de que a finales del siglo XIII se fabricaron en la República de Venecia los primeros occhiali. Hasta hace poco se citaban como creadores de las lentes al florentino Salvino degli Armati y a su amigo Alessandro da Spina, un fraile dominico del Monasterio de Santa Catalina, en Pisa, que vivieron en aquella época.
De hecho, en 1306, el padre Giordano da Rivalto dejó escrito en un sermón que aún no hacía 20 años que se había inventado el arte de hacer lentes. Ciertamente, por entonces se fabricaban en la zona vidrios con vexos para utilizarlos en la lectura, y en 1301 una ordenanza liberalizó en Venecia la fabricación de vitrei ab oculis ad legendum. Con seguridad, Spina no fue el inventor de los occhiali, pero sí ayudó a difundir su construcción. La atribución a Armati ha sido descartada. Históricamente, el primero en hablar de la corrección de defectos de la vista mediante lentes fue el franciscano Roger Bacon, quien en su Opus Majus (1267) cita el hecho de que un trozo de esfera de cristal hace ver los objetos más grandes, y concluye que ello "debería ser muy útil para personas ancianas y que tienen la vista débil, pues pueden ver así las letras pequeñas con tamaño suficiente".
A comienzos del siglo XIV ya existen referencias al uso de lentes convexas para casos de presbicia. Un siglo después aparecieron las cóncavas para la miopía. Nadie se preocupaba entonces de la hipermetropía, desconocida como defecto de visión. Los cristales bifocales se han atribuido a Benjamin Franklin, que era miope. Cuando empezó a tener la vista cansada, Franklin se encontró con que debía cambiar continuamente sus gafas de cerca y de lejos. Parece que hacia 1784 ideó unas con cristales divididos horizontalmente, de modo que la zona inferior enfocaba bien para leer y la parte superior permitía ver a lo lejos. La corrección del astigmatismo no se generalizó hasta fines del XIX. Hoy, las lentes progresivas se adaptan a la inclinación y movimientos de la cabeza, esto es, a la forma de mirar de cada uno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...