MI PRIMERA CAMARA DE FOTOS
Era un juguete muy simple a la par que barato, pero servía para entretenernos y dejar a nuestros padres tranquilos un rato: una camara de fotos de mentira de la que salía una especie de payaso al pulsar el disparador. Cada año durante las fiestas el barrio donde yo vivía, se llenaba de multitud de puestos en los que vendían ésta y otras muchas chorradas con las que los niños éramos felices.
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