Los habitantes indonesios de Julah in Tejakula saben muy bien como deshacerse de diabólicas descendencias.
Hace unos días organizaron un extraño ritual para ahogar en el mar a una vaca embarazada de cinco meses que había sido violeada por un habitante del pueblo.
La ataron a una lancha y la llevaron 3 Km. mar adentro para que se ahogara, mientras el autor de la cópula tiraba al agua sus ropajes manchados de perversión en una extraña forma de arrepentimiento.
Además tuvo que costear de su bolsillo toda la producción del evento (incluido el precio de la vaca), un ritual llamado "gamya gamana" que se lleva celebrando en el pueblo desde generaciones.
Luh Ketut Suryani, un profesor y activista anti maltrato animal, asegura que dicho ritual no esconde otra cosa que deshacerse del animal por el miedo a la diabólica descendencia, sin tener en cuenta que los cromosomas de ambas especies no se pueden mezclar de manera natural. "La vaca no es culpable, ¿por qué se la ahogó? ¿Por qué no se puede utilizar simbolismos como en el caso del autor de los hechos?". Clama el profesor.
Además, hace cuentas. La vaca estaba embarazada de cinco meses y el encuentro amoroso con el hombre se produjo hace sólo dos. También en cuestiones aritméticas el ritual falla por los cuatros costados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario