Pronton se cumpliran 44 años de aquella curiosa hazaña de un astronauta aficionado al golf, Alan Shepard, la de llevar el golf a la nuestro satélite natural, la Luna. Ocurría el 31 de enero de 1971 y era la primera vez que nadia jamás en este planeta daba un golpe de golf a 384.400 kilómetros del green más cercano. Shepard, el primer norteamericano que salió al espacio, murió de cáncer el 23 de julio de 1998, pero su hazaña aún no ha sido igualada.
Alan Bartlett Shepard Jr. fue un ejemplo de superación, y esperanza para muchos, ya que tras superar un vertigo de Ménière, es decir, que se mareaba en todo lo que se movía, 23 días (5 de mayo de 1961) después de que el cosmonauta ruso Yuri Gagarín realizara el primer vuelo orbital, Shepard realizó un vuelo suborbital a bordo de la cápsula de la nave Mercury Redstone 3, convirtiéndose en el primer estadounidense en salir al espacio.
En 1971 comandó la misión Apolo 14. Junto a un compañero astronauta, Ed Mitchell, caminó sobre la Luna durante 9 horas. Shepard también fue la primera persona en jugar al golf sobre la superficie lunar. El momento fue inmortaliza y se puede comprar un simpático muñeco en la página oficial de la NASA que recuerda este momento.
Escondido en la nave llevaba un hierro 7 desmontable y dos bolas de golf. Y en un momento determinado, sobre la superficie del satélite más grande del Sistema Solar en relación al tamaño de su planeta, Shepard lanzó dos bolas de golf con un incómodo traje de astronauta que sólo le permitió coger el palo con una mano y golpear con un brazo. Fue el primer swing lunar, que no extraterrestre.
Fue en noviembre de 2006 cuando el cosmonauta ruso Mijail Tiurin ingresó en el libro Guiness de los récords después de pegar, a 370 kilómetros de altura flotando sobre la Tierra, el drive más largo del mundo. Nada menos que tres años y medio estará la pelota dando vueltas alrededor de la Tierra, un tiempo en el que los expertos esperan que no colisione con ninguna nave espacial.
El primero en salir al espacio exterior en el programado paseo espacial fue el astronauta estadounidense de origen español, Miguel López-Alegría. Fue él el encargado de ejercer de caddie y sacar los instrumentos para llevar a cabo la proeza galáctica: un hierro 6 bañado en oro y la pelota.
El golpe, eso sí, no fue sencillo. López Alegría tuvo que sujetar los pies de Tiurin para evitar que éste perdiera el equilibrio. Y cambiando las reglas tradicionales del golf, el ruso utilizó sólo una mano para efectuar el golpe. En caso de que hubiera algún problema, la organización tenía listas otras dos pelotas, para sendos intentos posteriores.
La pelota tiene en su interior un emisor de señales de radio que podrá ser detectada incluso por radioaficionados terrestres mientras la bola gira alrededor de la Tierra. El motivo fue rodar un anuncio de una casa de material de golf canadiense y fue la segunda demostración relacionada con el golf en el espacio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario