Hace casi veinte años, en 1994, el mundo náutico se conmovió por el hundimiento del Estonia. Esta nota está formada casi en su totalidad por las declaraciones que realizaron los sobrevivientes y allegados a él, quienes cuentan las interminables horas vividas.
"Embárquese en un crucero diferente, usted llegará a Tallin a bordo del más nuevo y excitante recurso en el Báltico", expresaba la publicidad del Estonia...
El tiempo estaba bastante mal, llovía y había vientos de 20 a 25 m/s, con olas de aproximadamente 5 metros de alto.
Cuentan los pasajeros que dentro del buque existía una buena atmósfera, todos estaban relajados y la velocidad del itinerario era relativamente alta, hasta que todo cambió repentinamente.
El capitán anterior del crucero, cuando la embarcación llevaba el nombre "Rey de Wasa", capitán Brink de Bo, dijo luego de la tragedia: "Era un buque excelente, quizá por un tiempo el mejor de todos en su tipo. No entiendo cómo sucedió esto". Pero no opinaba lo mismo Sakari Kleimola (cocinero de la nave) quien aseguraba que el Estonia no era conveniente para tráfico marítimo y que además era bastante incómodo.
Un momento después de las 01:00, cuando la nave estaba acercándose a la isla de Uto, (exactamente se hallaba 35 km, en la región exterior de archipiélago de Turku), algo salió mal.
Algunas de las personas que se hallaban a bordo se dieron cuenta de un golpe diferente de los otros, y se preguntaron a qué se debía. Un pasajero en un camarote cerca de la cabina dijo que se despertó por el retumbe de un golpe fuerte, y corrió rápidamente al exterior. Otros nunca lo lograron.
Un pasajero sobreviviente dijo a los medios de comunicación en el hospital:
"De repente la mesa y las maletas dieron vueltas, abajo, en el camarote".
Yo grité a mi amigo: "Vamos para afuera!! esto se está hundiendo" y empecé a correr sin saber donde estaba mi amigo.
"El barco anduvo tambaleándose unos 30 segundos y de repente se encontraba 40 grados a la derecha".
Henrik Sillaste (maquinista): - "Estaba en el cuarto de máquinas cuando las cosas comenzaron a rodar alrededor, fuer repentino, corrí al cuarto de mando y encontré al ingeniero aferrado a los instrumentos, señalando la popa y las puertas. Podíamos ver cómo se iba inclinando y entraba muchísima agua rapidamente por las puertas."
Kent Härstedt 29: - "La atmósfera era cómoda en la barra con personas cantando, se reían y ese buen tiempo en unos segundos cambió para hacerse caos. De repente la nave se inclinó de lado, y las muchachas que vendían bebidas en la barra fueron sepultadas por las cosas cayendo al suelo".
"Al mismo tiempo, una muchedumbre cayó contra la pared rompiéndose algunos brazos y piernas. Nadie entendía lo que estaba pasando realmente. Un segundo después al detenernos, sólo atinamos a mirarnos sin comprender qué sucedía".
Vilho Itäranta: - "Yo fui al lugar más alto, donde estaban los botes salvavidas. Hasta donde podía ver no habían bajado ningún bote, por lo menos de ese lado".
A la 01:24, cuando el Estonia estaba en posición 59 º 23 ' N - 21 º 42 ' E, en el Mar Báltico, que lleva ~ 157 º ~ 22 millas náuticas de la isla de Utö (Finlandia), el Radio operador Ilkka Kärppälä recibió un mensaje :" May-Day".
"Miré mi reloj a las 22:00 y todo estaba realmente calmo. A la 01:24 la Estonia envió un May-Day que decía que ellos tenían un problema y un apagón. El contacto duró aproximadamente dos minutos y fue el único."
La visera se rasgó por la presión de las olas, y sus impactos fueron tomados entonces directamente por la rampa delantera. Algo soltó los mecanismos del latching y las rampas de la bodega se abrieron un poco.
La acumulación de agua dio como resultado una pérdida de estabilidad que finalmente derivó en el vuelco de la nave. No se sabe cómo se pudieron abrir algunas compuertas que estaban cerradas y que son casi inviolables, todo indicaba que usaban buenas cerraduras y tornillos de sujeción. Supuestamente todas estaban aseguradas al momento del incidente, pero se abrieron.
Kent Härstedt: - "Al principio las personas intentaron ayudarse de alguna manera organizada, pero después de un rato los esfuerzos se volvieron individuales. Las personas que heridas apenas podían moverse... Yo recuerdo a una mujer que me encontré en el exterior, se había roto las piernas, y suplicaba a todos para conseguir un chaleco salvavidas. Finalmente nosotros le dimos uno, pero era la ley de la selva todo quedó reducido a la fuerza."
"Sólo los más fuertes tuvieron éxito para obtener un chaleco salvavidas y sobrevivir. En el exterior de la nave encontré a esta muchacha, Sara, que también está aquí, en este hospital. Tratando de encontrar el mejor lugar para saltar, subimos juntos a lo largo de una baranda y la atravesamos, lo que antes era una baranda lateral, ahora era un techo de rejas."
"Todos los demás intentaron levantarse pero era casi imposible de hacerlo solo. Yo empujé a Sara primero y cuando ella estaba de pie del otro lado, estiró sus manos y me ayudó también. Antes de que nosotros saltáramos, hicimos un trato, que nosotros saldríamos a cenar en Stockholm la semana siguiente."
"Después de eso saltamos, y ella desapareció en la profundidad del mar; en ese momento pensé realmente que todo había acabado. Sentí que me sostenía algo del pie y no me dejaba salir a flote; empecé a desvanecerme poco a poco. "
"Todo estaba oscuro, y la última cosa que yo recuerdo es que la soga por alguna razón se enredó de mi pie izquierdo."
Yo no sé, pero debo de haber perdido mi conciencia por un momento corto, porque al próximo momento estaba flotando.
Después de unos segundos otra cabeza aparecía a mi lado. ¿Quién era? ¡sí, era Sara!!
Vilho Itäranta: - "Una muchacha agarró mi mano y la aguantó durante un tiempo largo, pero yo era conciente de que no era ninguna ayuda, luego había dos o tres personas más que se agarraban a mí."
"Ellos intentaron incluso agarrarse de mi boca durante el pánico, fue entonces que un hombre me tiró dentro de la balsa, eramos seis en ese barco de vida (él quiere decir balsa). Uno de nosotros pereció inmediatamente... entonces la muchacha, la que había sostenido mi mano ...ella... ..ella se murió".... (Itäranta apenas puede hablar) "Fue aproximadamente una hora antes del rescate."
El Viking Line, que venía en camino, tenía la última observación del radar del Estonia a las 02:04. El primer helicóptero de rescate con cinco sobrevivientes aterrizó a las 04:10, sobre la embarcación más próxima que era una de pasajeros; las siguientes cinco llegaron dos horas después.
Según el capitán Hans Modig ninguno de los sobrevivientes parecía estar en condiciones muy débiles, se les alimentó y prestó servicios médico y psicológico, con profesionales que fueron encontrados entre los pasajeros.
Dos de los sobrevivientes eran mujeres y el resto hombres.
Kent Härstedt: " - Nosotros nos sentamos y nos abrazamos todo el tiempo. Yo creo fuertemente, que una parte de nuestra supervivencia fue el hecho de habernos mantenidos juntos y el haber charlado amigablemente dándonos ánimo; nos ayudó a los dos pasar la noche de una manera mejor que muchos que quizá se hallaban solos. - Poco a poco algunos murieron, nosotros los vimos morir, porque estábamos sentados allí entre los cuerpos en la balsa. Se siente totalmente irreal, y esa noche siempre será la más larga en mi vida."
"La memoria de las personas que murieron a bordo y en nuestra balsa durante esta noche, me hacen sentir miserable por no haber podido hacer nada para ayudarlos."
El Comodoro Raimo Tiilikainen del Centro de Rescate de Mar en Turku le dio fin al rescate en la mañana del 29 de septiembre de 1994.
"Durante la noche no hemos encontrado más cuerpos, la situación es casi igual que por la tarde."
Los momentos difíciles son capaces de sacar lo peor y lo mejor de un ser humano. Esta nota se dedica a la memoria de todos aquellos que murieron en el Estonia.
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