Cada uno llevaba un fino monedero que Isabel reconoció enseguida como regalo que ella había hecho a sus dos cuñadas Blanca y Margarita. Esto fue el inicio del fin para las dos jóvenes.Felipe IV tenía cuatro hijos: Luis, rey de Navarra, quien sería su heredero, Isabel, reina de Inglaterra, Felipe de Poitiers y Carlos. Luis, se había casado con Margarita de Borgoña, nieta de San Luis. Isabel con el rey Eduardo II de Inglaterra, Felipe y Carlos, habían contraído matrimonio a su vez, con las también hermanas Juana y Blanca de Borgoña respectivamente, ambas, hijas del conde de Borgoña y la condesa de Artois.
Dos años antes, las damas habían conocido a los hermanos d´Aunay, Gualterio y Felipe. El primero, bachiller de Felipe de Poitiers, a través del cual habían entrado en la corte. Margarita y Blanca, atraídas por los gallardos caballeros y víctimas de la lujuria propia de la juventud, iniciaron una peligrosa aventura amorosa con ambos,cometiendo dos años después el error de dar como prenda los mencionados monederos, regalo de la reina de Inglaterra.
El gran escritor francés Maurice Druon relata este incidente en la primera novela de su afamada serie histórica Los reyes malditos. Druon da a entender, que los monederos fueron un regalo de la reina con la intención de sorprender a sus dos cuñadas, con quienes mantenía una continua enemistad, y así poder denunciarlas ante su padre el rey. Y así fue. Isabel acudió al rey contándole de sus sospechas sobre el adulterio de las dos jóvenes. Un delito de lesa majestad según las leyes de entonces, ya que de esta forma se deslegitimizaba a los hijos de los príncipes.
En la primavera de 1314, mientras la corte y sus invitados ingleses acudían al retiro de la Abadía de Moubisson, los hermanos d´Anuay fueron arrestados y seguidamente torturados por la eficaz maquinaria inquisitoria de Guillermo de Nogaret. Los dos jóvenes confesaron rápidamente y las princesas fueron detenidas, incluida Juana, acusada de complicidad.
Durante el rápido proceso, varios testigos declararon haber visto a las jóvenes encontrarse con sus amantes en la Torre de Nesle, en Paris, en la orilla del Sena, frente al palacio del Louvre. Es allí donde la tradición da lugar a sus encuentros, aunque esto no es un hecho probado. Las tres fueron rapadas y vestidas con harapos. Las metieron en un carro cubierto por trapos negros, desde el cual fueron testigos del particularmente cruel suplicio de sus amantes; que fueron desollados, decapitados y descuartizados. Sus genitales, instrumentos del crimen cometido, fueron dados de comer a los perros.
Juana de Borgoña fue tratada con bastante gentileza y finalmente puesta en libertad con ayuda de su madre. Blanca fue encerrada junto con Margarita, en Château Gaillard, la antigua fortaleza de Ricardo Corazón de León.
MARGARITA DE BORGOÑA |
Pero el papa había muerto y los cardenales llevaban más de un año sin ponerse de acuerdo para elegir uno nuevo, retrasando las intensiones reales de casarse nuevamente. Un mal día de agosto de 1315, Margarita de Borgoña apareció muerta, alguno dijeron que estrangulada. Druon afirma que a manos de Roberto de Artois, que con ello pretendía complacer a su monarca. La verdad es que nunca se sabrá, lo que si podemos decir es que fue bastante conveniente para el rey, que no tardó mucho en casarse con Clemencia. Aunque su reinado duraría tan solo unos meses más, ya que moriría envenenado antes de que su nueva reina diese a luz a Juan I el Póstumo, que a su vez, moriría a los 5 días de nacer.
Nunca se supo quién fue en realidad el autor de su envenenamiento, aunque se cree que pudo ser su hermano, con la complicidad de la casa de Borgoña.
Con estos acontecimientos comienza el declive de la casa de los Capeto, la dinastía más antigua e importante de Europa.
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