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sábado, 7 de febrero de 2015

EL CUERPO IMPERIAL DE CAMELLOS.

Cuando en los desiertos de Libia estalló la revuelta de las tribus senussi de los desiertos de ese país en 1916, los aliados “echaron mano” de las tropas provenientes de la fallida campaña de Gallipoli, en su mayoría australianos. Ante la dificultad del terreno en donde se iba a dar esta campaña, enormes extensiones de desierto donde el agua era un bien muy escaso, los mandos aliados cayeron en la cuenta de que un animal habituado a ese tipo de climatología les podía ser de mucha ayuda: el camello.
Se daba la circunstancia además que el camello era un animal que había sido introducido en el siglo XIX en Australia (done era usado para el transporte de materiales por sus desiertos) por lo que una parte de esos australianos ya estaban familiarizados en su “uso”. De esta manera se crearía una fuerza compuesta por cuatro batallones de infantería montada a camello; acababa de nacer el “Cuerpo Imperial de Camellos”.
Esta eventual fuerza tendría su base fijada en las proximidades de El Cairo, donde realizarían su fase de instrucción a los pies de las pirámides, y cada batallón estaría compuesto por cuatro compañías, cada una con unos ciento cincuenta hombres. De esos primitivos cuatro batallones, dos de ellos eran australianos, uno británico y el cuarto estaba compuesto por dos compañías australianas y dos nueva zelandesas y formarían la 1ª Brigada Imperial del Cuerpo de Camellos.
Además contarían con sus propias secciones de ametralladoras y con una batería de artillería de campaña hindú además de un servicio veterinario específico y una unidad logística. Los camellos usados por este nuevo Cuerpo serían en su mayoría “machos”, ya que eran menos robustos que el camello “hembra” y más dóciles y fáciles de conseguir. En comparación con un caballo, el camello podía pasar hasta cinco días sin agua y tenía un radio de acción de unas sesenta millas. Además sus largas piernas y duras pezuñas eran idóneas para la arena y gravilla de los desiertos. Eso sí necesitaba más forraje que su colega equino. La misión del Cuerpo Imperial de Camellos sería la de patrullar el largo desierto libio, realizando labores de exploración y manteniendo escaramuzas con los rebeldes. El éxito de esta nueva unidad hizo que los batallones fuesen reforzados con catorce compañías más, tanto australianas y nueva zelandesas como británicas que pasaron a ser unidades de caballería convencionales a unidades de infantería montadas a camello.
Ante este triunfo en los desiertos libios, el Imperial Camel Corps sería transferido a los desiertos del Sinaí para luchar contra el ejército otomano. Allí mantendría diferentes combates en el camino hacia Palestina, sufriendo un buen número de bajas durante la 2ª batalla de Gaza (19 de Abril de 1917).
Fue en esa tierra, donde el clima era más frio, donde el ICC comenzó a perder su eficacia ya que la humedad y el terreno ya no eran nada idóneos para los camellos y muchos enfermaron. Además la abundancia de agua hacía que los caballos, más rápidos que los camellos, pudiesen ser más rápidos abrevados que los camellos, que por otra parte necesitaban mucho más forraje.
Además su relativo escaso número de hombres les obligaba a no tener combates abiertos contra las fuerzas turcas y a necesitar de un apoyo constante de caballería convencional. Cuando cayó Jerusalén, el Cuerpo Imperial de Camellos fue retirado: Algunos hombres fueron transferidos a los recién creados 14º o 15º Regimiento de Caballería Ligera Australiana o recuperarían su antigua condición de caballería a la vieja usanza, otros fueron transferidas a realizar acciones de diversión al rio Jordán sin llegar a entablar combate, una buena parte de los camellos fueron cedidos a las fuerzas árabes rebeldes etc etc. Entre sus acciones más recordadas, además de la mencionada batalla de Gaza, está la defensa de la colina de Musallabeh en Abril de 1918 donde un contingente del ICC al quedarse sin granadas de mano mantuvo la posición arrojando cantos y piedras cuesta abajo contra los turcos que les acosaban. Esa colina será desde entonces conocida como “la chepa del camello”.
Aunque mayormente desactivado en 1918, al menos el 2ºBatallón mantendría su actividad con patrullas de vigilancia hasta mediados de 1919, cuando finalmente sería disuelto. 346 hombres morirían en la guerra.

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