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sábado, 13 de abril de 2013

EL MISTERIO DEL "MARY CELESTE"

El Mary Celeste fué construído en Parrsborough, Nueva Escocia, en el año 1861. Era un bergantin goleta, con casco de madera y dos palos, con aparejo redondo en el palo trinquete, velas de estay entre éste y el mayor y escandalosa y compleja en el mayor. Tenia 286 tons. de desplazamiento, con 30 metros de eslora y 7,6 de manga. Su nombre original era Amazon, luego Mary Sellars y al final se convirtió en Mary Celeste por un error tipográfico del pintor, segun cuenta la leyenda.
El 7 de noviembre de1872 zarpó de Nueva York con rumbo a Génova, a mando del apitán Benjamin S.Briggs, nacido en Marion, Massachussetts y 7 mimebros de la tripulacion, acompañados de la esposa de Briggs y su hijita de dos años.
La carga era de 1.700 barriles de alcohol comercial, pedidos por la firma H.Mascarenhas & Co. para aumentar el porcentaje de alcohol del vino.
Segun el diario de a bordo, el bergantin llegó a las Azores el 24 de noviembre y a la noche siguiente se encontró con mal tiempo. No hay más anotaciones, pero en la pizarra del puente (donde se anotaban las diferentes posiciones antes de pasarlas al libro de navegacion) figuraba que el Mary Celeste se encontraba exactamente al nordeste de la isla de Santa María. Es todo un misterio lo que sucedió al barco desde entonces hasta que fué hallado a la deriva y sin nadie a bordo.
Aproximadamente a las 15:00 horas del 15 de Diciembre de 1872 al cabo de 10 días de la última anotación del capitán Briggs en la pizarra del puente, el buque fue avistado a 650 km al este de las Azores por el Dei Gratia, un bergantín que, procedente de Nueva York, navegaba a Gibraltar: dirigía la proa hacia el Este, amurado a babor, mientras era impulsado por una suave brisa del Norte, pero seguía teniendo las velas acuarteladas y dispuestas como si el viento viniera por estribor (es decir del sur).
El hecho alarmó al comandante Morehouse, comandante del Dei Gratia y sus sospechas fueron en aumento cuando posteriormente consiguió leer el nombre del arco en medio del balanceo; en realidad conocía a Briggs desde hacia tiempo y sabía que era un marino muy hábil. Además, Morehouse observó que no había nadie al timón, ni señal alguna de vida en cubierta. Cada vez más preocupado, ordenó a su primer oficial, Oliver Deveau, que se enterara de lo sucedido. Deveau pasó a bordo del Mary Celeste con algunos marinos de la tripulación. Comprobó que estaba desierto y que había desaparecido el único bote.De la popa colgaban restos de la amarra.
El antepecho lateral, correspondiente al lugar donde debió arriarse el bote, continuaba abierto, clara muestra de la huida precipitada, mientras que la barra de sondeo (empleada para medir la cantidad de agua en la sentina) había sido abandonada en la cubierta, cerca de la bomba. Cuando Deveau comprobó el nivel de agua en la sentina, se dio cuenta de que apenas había un metro, cantidad totalmente aceptable para un barco de aquel tipo, motivo por el cual no tenía por qué alarmar a nadie. No obstante, había muchos detalles poco convincentes, como por ejemplo el hecho de que mientras la escotilla principal y la de carga permanecían cerradas, tanto la posterior como la anterior y la de la despensa estaban abiertas, asi como el comedor sobre la cabina principal.
Aparecía abandonado un sable cerca de una de las escotillas abiertas y su hoja estaba machada por algo que parecía sangre. La burda volante se hallaba enredada, la driza de la cangreja se había roto, y la vela de sobregavia y la trinquete se encontraban arriadas. Sin embargo, el barco se veía totalmente abandonado con restos de comida y bien colocados sobre la mesa los pequeños objetos que, con toda probabilidad, habrían caído en caso de colisión o temporal. La ropa del capitán y de su familia permanecía ordenada en sus baúles. El dinero y los equipajes de la tripulación seguían en sus lugares. Tan sólo faltaba la documentación del barco (con excepción del diario de a bordo) un sextante y algunas provisiones de alimentos que debieran encontrarse en lai despensa.
En este punto, Morehouse hizo pasar algunos hombres al barco abandonado para llevarlo a Gibraltar donde presentó una demanda de indemnización por su recuperación.
Tan pronto el Mary Celesté llegó a Gibraltar, se constituyó una comisión investigadora, dirigida por Solly Flood, procurador del Almirantazgo Se llevó a cabo una completa inspección del barco, pero no se halló nada que pudiera aclarar el motivo de la misteriosa desaparición del capitán, de su familia y de los tripulantes; además, el análisis del sable puso de maniílesto que estaba cubierto de óxido en vez de sangre. Por tanto, el informe oficial de la comisión no sirvió para disipar el misterio, y Flood opinaba que la tripulación consiguió apoderarse de la carga (nueve de los barriles de alcohol estaban vacíos o en mal estado) y que los marineros, en plena borrachera asesinaron al capitán y su familia, huyendo luego a bordo de otro barco.
La teoría de que se hubiera cometido un delito a bordo, desató una serie de macabras hipótesis, algunas de las cuales rayan en lo fantástico. En enero de 1884, el Cornhill Magazine publicó un relato de J. Habakuk Jephson, según el cual el Marie Celeste [sic] viajaba hacia Lisboa al mando del Capitán "Tibbs" [sic] y con varios pasajeros a bordo, entre los cuales figuraba el autor del artículo y un tipo especialmente equívoco, un tal Septimius Goring. El relato de J. Habakuk Jephson se vuelve totalmente incomprensible a partir de este punto: de hecho, desaparecieron misteriosamente la esposa y la hijita del capitan, y éste, desesperado, se suicidó. El cocinero asumió el mando del barco y puso rumbo a África, donde todos los blancos fueron aniquilados, pero el autor consiguió salvarse gracias a una piedra negra que llevaba en el bolsillo. Sus carceleros creyeron que se trataba de la parte que faltaba en uno de sus ídolos y de este modo Jephson sobrevivió mientras el barco quedaba a la deriva. De in-ediato se descubría la verdadera identidad del afortunado relato: sir Arthur Conan Doyle, el famoso creador de Sherlock Holmes
El escritor logró cautivar el interés del público de una manera bastante morbosa e inspiró una serie de otras explicaciones extravagantes sobre la suerte del Mary Celeste. Alguien sostuvo la hipótesis de que el capitán Briggs y Morehouse estaban de acuerdo y lo habían preparado todo para conseguir la indemnización por el salvamento del barco, que luego se repartieron. Pero Briggs era propietario de parte del barco, y por tanto, según la ley, hubiera tenido que pagar parte de los gastos de salvamento. Además, tanto él como Morehouse eran personas de excelente reputación, y por tanto esta teoría no resultaba sostenible. Según otros, el barco colisionó con un gigantesco pulpo, y fue abandonado en un momento de pánico. En 1924, el capitán Millet supuso que el Mary Celeste salió de su derrota debido a fuertes vientos, se dirigió a África y fue abordado por una banda de piratas, mientras estaba encalmado. El capitán y la tripulación abandonaron el barco en el bote auxiliar, intentando huir, pero la embarcación habría sido seguida y hundida por los malhechores, mientras el Mary Celeste, empujado por la ligera brisa que entretanto se habría levantado, se alejó a la deriva.
Queda un par de explicaciones plausibles del misterio. Había nueve barriles vacíos o dañados, lo cual avala la hipótesis de que la acumulación de gases de alcohol pudo provocar una pequeña explosión. Pensando que podía estallar todo el barco, el capitán, su familia y la tripulación pudieron haberse embarcado en el bote, dejándose a remolque con un largo cabo, con la intención de volver a bordo del Mary Celeste si sus temores demostraban ser infundados; pero la rotura del cabo y la deriva del barco les impidieron volver a subir a bordo. La segunda hipótesis creíble es que una tromba marina (una columna de agua en rápida rotación, parecida a un huracán, que se levanta de la superficie del océano impelida por un viento turbulento) produjo la rápida acumulación de agua en la sentina, induciendo al capitán y a la tripulación a pensar que el barco se hundía (teoría corroborada por la barra de sondeo hallada en cubierta). Entonces, habrían dispuesto el bote, confiándo poder volver a bordo, pero se rompió el extremo del cabo y el el oleaje se llevó el bergantín.
Después de los misteriosos sucesos, la carrera del Mary Celeste fué muy ajetreada. Cambió frecuentemente de propietario, y siempre se vendió por debajo de su valor de mercado, puesto que nadie estaba especialmente deseoso de navegar a bordo de un barco 'embrujado".
Su último viaje, de Boston a Haití, tuvo lugar en 1884, con carga mixta. El 3 de enero de 1885, el barco encalló y resultó destruido en la escollera de Rosheli, en aguas de la costa de Haití. Un control de la carga puso de manifiesto que su verdadera valor no correspondía al que había sido asegurado, y el capitán, el cónsul americano en Haití y los expedicionarios fueron acusados de estar de acuerdo para estafar a los aseguradores. Durante el proceso se demostró que el capitán Parker había llevado deliberadamente al Mary Celeste a los escollos; no obstante, fue absuelto gracias a una formalidad burocrática, y murió antes de que se instruyese un nuevo proceso.

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