María de las Mercedes protagonizó uno de los reinados más breves pero más conocidos de la historia de España. Primera esposa de Alfonso XII, María de las Mercedes fue una muchacha alegre que se ganó el corazón de su primo y de todos los españoles que llevaban tiempo deseando una familia real mínimamente estable tras la partida de Isabel II y los años convulsos que le siguieron. Alfonso XII amó a su esposa con pasión y devoción por lo que cuando ésta falleció de tifus pocos meses después de contraer matrimonio, el rey quedó completamente desolado. Su historia de amor sería objeto de coplas, novelas y películas en los años posteriores.
María de las Mercedes de Orleans y Borbón nació el 24 de junio de 1860 en el Palacio Real de Madrid. Mercedes formaba parte de la familia real más cercana a la reina Isabel II pues era su sobrina y ahijada. Su madre, la infanta Luisa Fernanda de Borbón, era la hermana pequeña de la reina. Su padre era Antonio de Orleans, duque de Montpensier e hijo a su vez del rey francés Luis Felipe de Orleans.
Mercedes fue la quinta hija de los duques, una niña simpática, de tez morena y carácter risueño que tuvo una infancia feliz a pesar de los continuos traslados de su familia por causas políticas. De sus días inolvidables en el palacio de San Telmo en Sevilla, Mercedes y los suyos tuvieron que partir al exilio, primero en Lisboa y después en Francia.
Entre idas y venidas, el destino no pudo evitar el reencuentro con quien sería el futuro rey Alfonso XII y, durante una reunión familiar, surgió el flechazo entre ambos.
Fue en la residencia francesa de Randan, donde los primos Mercedes y Alfonso se conocieron por primera vez. Corría el año 1872 y los duques de Montpensier planificaron aquel encuentro familiar con Isabel II y sus hijos. Entonces Alfonso era un joven de poco más de doce años y se había trasladado desde Viena donde había iniciado sus estudios.
Alfonso se encontró con una prima de doce años alegre que se coló en su corazón desde el primer momento. Pero aún tendrían que pasar años de distancia y conflictos familiares para poder conseguir una unión definitiva.
“Cuando la vi, me di cuenta de que la quería desde antes de haberla conocido. Desde el primer instante comprendí el porqué de mi existencia” – Confesó en una ocasión Alfonso a un compañero de estudios.
Mientras el amor entre Mercedes y Alfonso crecía poco a poco, España vivía unos tiempos difíciles en los que los conflictos y los constantes cambios de regímenes turbaron la existencia de sus habitantes.
Fue el 29 de diciembre de 1874 cuando se produjo la restauración monárquica en la persona de Alfonso XII. Nombrado rey, como su amada Mercedes le había vaticinado tiempo atrás, inició un largo recorrido para poder llevar al altar a su amada.
Y es que su madre, enfrentada históricamente con el duque de Montpensier, al que acusaba de intrigar en su favor para conseguir algún día la corona para él y su hermana, veía en aquella unión una manera de favorecer los proyectos políticos de Antonio de Orleans.
Pero a la reina en el exilio sólo le quedó el desaire público al no acudir al enlace entre su hijo y su sobrina. Una boda de estado pero basada en el amor mutuo que se celebró el 23 de enero de 1878.
“No tengo nada contra la infanta, pero ante Montpensier no transigiré nunca” – Decía la reina.
Pese a todo, el rey Alfonso se había salido con la suya, convenciendo incluso al Consejo de Ministros cuyo portavoz zanjó la cuestión afirmando:
“La infanta doña Mercedes está fuera de toda discusión: los ángeles no se discuten”.
Los recién casados salieron, tomados del brazo, de la Basílica de Nuestra Señora de Atocha. “Carita de cielo” llamaban los españoles a su nueva reina, a la que querían porque la consideraban buena para el rey, guapa, joven, porque además era española y madrileña y, sobre todo, porque se había casado por amor “como se casan los pobres”.
María de las Mercedes se convirtió en una reina joven y amada no solamente por Alfonso, sino también por su pueblo. Pero la felicidad duró escasos meses.
Cinco meses después de su boda, Mercedes comenzó a tener desvanecimientos que, contrariamente al pensamiento bienaventurado de un embarazo, los doctores diagnosticaron como fiebres tifoideas.
El 24 de junio, mientras las salvas de los cañones anunciaban su dieciocho cumpleaños, la reina María de las Mercedes recibía la extremaunción. Murió a las doce y diez minutos de la mañana del día 28.
Dicen que Alfonso XII se encerró en sus habitaciones para llorar como un hombre y no como un monarca.El rey Alfonso XII quedaría desolado ante la prematura muerte de su amada reina y esposa y se refugió en el palacio segoviano de Riofrío mientras los restos de María de las Mercedes permanecían en una capilla del Monasterio de El Escorial.
Por obligaciones dinásticas se vio obligado a casarse y lo hizo con María Cristina de Habsburgo pero nunca la amó.
Se convirtió en un rey perdido entre mujeres y tabernas, y murió de tuberculosis, en noviembre de 1885, dejando a su esposa embarazada del que sería el futuro rey Alfonso XIII.
La reina más enamorada fue también la más efímera de las reinas de España. Murió sin descendencia, por lo que no pudo ser enterrada en el Panteón Real del Monasterio del Escorial, así que sus restos se preservaron para descansar en la que sería la futura Catedral de la Almudena, en Madrid, cuya construcción ella misma había impulsado durante su corto reinado.
Se cumplía así la última voluntad de un rey que fue protagonista de una de las historias de amor más conocidas y recreadas de la historia de España.
El impacto social que produjo la prematura muerte de la reina María de las Mercedes, y la desolación del rey, que abandonó la Corte, retirándose al Palacio Real de Riofrío, hizo popular una tonadilla basada en un antiguo romance español, que convirtió en mito la historia de amor entre Alfonso y María de las Mercedes. El romance real fue llevado al cine en dos ocasiones, con las películas ¿Dónde vas, Alfonso XII? y ¿Dónde vas, triste de ti?. María de las Mercedes fue interpretada por Paquita Rico.
También inspiró una copla, Romance de la reina Mercedes, compuesta por Quintero, León y Quiroga y cantada por muchas intérpretes del género, como Concha Piquer, Marifé de Triana, Pastora Soler o Paquita Rico (quien interpretó a la Reina en la película ¿Dónde vas, Alfonso XII?), entre otras.
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