lunes, 6 de mayo de 2013

LA CORBATA

La corbata sigue siendo uno de los signos de elegancia por excelencia, aunque muchos diseñadores y las propias corrientes de la moda la quieran quitar protagonismo. ¿Qué sería de un elegante traje sin una preciosa corbata?
La corbata sigue siendo un elemento imprescindible en el ropero de cualquier caballero que tenga una vida social mínima, o que tenga un trabajo en cuyo entorno aún se viste de traje y corbata.
La historia de la corbata se remonta a unos cuantos cientos de años. El origen más claro se data en 1.660, en la contienda entre el regimiento Croata y los Turcos. Este regimiento (parte del imperio Austro-Húngaro), en una de sus visitas a París en el que se presentaban como héroes ante su Majestad Luis XIV (conocido por su gusto por el buen vestir y los pañuelos), los oficiales llevaban al cuello unos pañuelos de colores.
Estos pañuelos de colores parece que provienen de los oradores Romanos. Se ponían en el cuello para calentar y cuidar sus cuerdas vocales. Tanto le gustaron a Luis XIV que diseñó para el regimiento real un pañuelo con la insignia Real, y al que denominó Cravette, proveniente del vocablo Crabete, que significa Croata. Al regimiento se le conoció como el Royal Cravette.
Pronto la idea se extendió y cruzó el canal haciéndose un hueco en Inglaterra. Al principio no era muy corriente ver a la gente con un trozo de tela al cuello, pero la idea iba cuajando poco a poco.
En un principio se vestían todo tipo de tejidos y estampados. Y no existían patrones determinados para tal prenda, que se podían ver, incluso, con borlas y cordones y de múltiples tamaños. Las primeras corbatas eran todas de importación. 
A principios del siglo XX Europa comienza a fabricarlas. Aunque muchos historiadores predecían la desaparición de la corbata (no tenía sentido llevar un "trozo" de tela al cuello), la corbata perdura hasta nuestros días. La corbata pasó a ser un signo distintivo entre las clases más acomodadas.
Y es del todo cierto. Un buen traje, aunque se note su calidad, no luce tanto sin corbata, como vistiendo una elegante corbata de seda con un nudo Windsor, por ejemplo. A pesar de los detractores, la corbata y la camisa comienzan su evolución de forma conjunta para lograr su mejor armonía. Las corbatas originales, se hacen más largas y más anchas pues en un principio eran más parecidas a los pañuelos (cortos y anchos).
En la actualidad las corbatas están muy estandarizadas, aunque aun se pueden encontrar en varios países del mundo variantes regionales de esta prenda, en la que podemos encontrar lazos de cuero, corbatines, etc. Las medidas habituales de una corbata actual varían entre los 130 a 150 cms, aproximadamente.
Existen fabricantes que hacen "tallas" en sus corbatas para que las personas, bien sean pequeñas o grandes, utilicen la corbata adecuada a su tamaño, y no tengan problemas con el largo de su corbata.
Una de las características actuales de la mayoría de las corbatas, es que sus extremos son distintos. Uno es ancho, el que se deja ver por su parte delantera, y el otro, es más estrecho y es el que queda escondido detrás de la corbata (por norma general trabado en la etiqueta o en una pequeña trabilla posterior).
También en su momento y, aún las sigue habiendo en la actualidad, hay corbatas con ambos extremos iguales; generalmente son corbatas de punto y otros materiales, no utilizadas como corbatas de vestir.
Estas corbatas con extremos iguales suelen ser cuadradas, mientras que, las de extremos distintos, suelen acabar en pico. Los tejidos muy variables según las modas, suelen admitir una amplia variedad de los mismos, pero las reinas son: las corbatas de seda.
Según el sociólogo Acer Diecs, "la corbata puede reflejar de forma bastante precisa la personalidad de un hombre". En función de los colores utilizados, estampados, e incluso el nudo, nos puede dar una "pista" sobre aspectos básicos de su personalidad.
La persona puede reflejar en este complemento su estado de ánimo, su carácter ... puede revelar mucho más de lo que nos podemos imaginar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario