sábado, 27 de abril de 2013

SOLIMAN EL MAGNIFICO.

Süleyman I fue un sultán otomano nacido en 1494 en Trabzon, Turquía. Hijo de Selim I Yavuz, llegó al trono tras la muerte de su padre, en 1520, y dejó su puesto de gobernador de Manisa, que hasta ese momento llevaba a cargo, y con veinticinco años pasó a cubrir el puesto como gobernador.
Solimán siguió los pasos de Selim, e incluso llegó a consolidar más la paz y la estabilidad interior, aumentó las fronteras , tras varias victorias, o incluso volvió a darles autoridad a los visires para maniobrar. En el puesto de visir, dejó que siguiera en el cargo Piri Mehmed Pasa, el Gran Visir de su padre, el cual convenció a Solimán para que suavizase algunas medidas drásticas tomadas por su padre.
Solimán estaba encaprichado de Aleksandra Lisowska ,o Roxelana para los europeos, una chica del harén de origen ruteno, hija de un sacerdote ucraniano ortodoxo, fue capturada y criada dentro del harén para convertirse en la favorita de Solimán. Rompiendo con dos siglos de tradición otomana una antigua concubina se había convertido así en la esposa legal del sultán.
Solimán tuvo ocho hijos, Selim de su matrimonio con Roxelana, y Bayezid, Abdullah, Murad, Mehmed, Mahmud, Cihangir y Mustafa, y por otra parte dos hijas, Mihriman Sultan y Raziye Sultan. Durante su reinado, el Imperio Otomano se convirtió en una de las más grandes potencias y alcanzó la cúspide de su poder, y además consiguió que el Imperio fuese liberal con las ciencias y las artes, acogiendo a filósofos, incluso el propio Solimán fue mencionado como uno de los más notables poetas musulmanes.
Süleyman se ganó varios sobrenombres gracias a los buenos resultados en su mandato, llamándole en ocasiones “El Magnífico”, por su gran labor consiguiendo la estabilidad, y las continuas expediciones triunfantes, y también se ganó el seudónimo de Kanuni “El legislador”, por su talento organizador.
Nada más subir al trono fue generoso con los jenízaros, y los facultó para poder casarse, un privilegio prohibido desde la creación del cuerpo. Por otro lado reformó los abusos que habían en el régimen de la caballería feudal, y estableció el decreto de amnistía, con la creación de reglas para el ascenso en el cuerpo jerárquico del Ulemà, se ganó la fama de generoso, y justo.
La política exterior que llevó a cabo Solimán, fue distinta a la de su padre, acordando que los objetivos militares no debían de ser dirigirse al este como su predecesor. Por otra parte, Solimán, desarrolló una considerable actividad legisladora centrándose principalmente en asuntos como la organización del Ejército, el feudalismo militar, la prosperidad territorial y el sistema tributario. Además, bajo su mandato, la Sublime Puerta, que es como se llamaba al gobierno del Imperio Otomano, alcanzó el máximo grado de poder y de esplendor.
Solimán, en los primeros treinta y cuatro años de sultanato, participó en doce batallas con su ejército, y durante la expedición número trece falleció, el seis de septiembre de 1566 en Szeged. No hay que olvidar que durante su reinado, el imperio otomano fomentó una considerable actividad legisladora decretando ordenanzas y clasificando definitivamente las diversas clases de propiedad territorial. Durante su reinado se centró en temas como la organización del ejército, el feudalismo militar, la prosperidad territorial, y el sistema tributario, pero sin embargo una de las decisiones que llevó a cabo, la llamada “Capitulaciones” tuvo consecuencias negativas en el futuro del imperio, ya que en ella reconocía a todas las potencias europeas derechos indefinidos en el plano comercial y político, Facilitándoles la destrucción del mercado interior otomano.
Como muchos grandes personajes históricos, Solimán el Magnífico tuvo una muerte natural. Murió de peste, como muchos de sus soldados, y fue enterrado en la mezquita de Estambul que lleva su nombre.

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