sábado, 9 de marzo de 2013

EFEMERIDES: 9 DE MARZO DE 1796.Se casan en Francia Napoleón Bonaparte y Josefina de Beauharnais.

Marie Josèphe Rose Tascher de la Pagerie, más conocida como Josefina Bonaparte, vino al mundo en el verano de 1763, en la Martinica francesa.
Sus padres poseían una plantación azucarera en la que trabajaban multitud de esclavos, por lo que Josefina creció rodeada de las historias y leyendas que escuchaba a su alrededor.
Su familia vivía aparentando opulencia, sin embargo muchas eran las carencias con las que debían lidiar cada día. Su mayor deseo era partir hacia la capital francesa, y lo ven cercano al cerrar el compromiso de la hermana mayor de Josefina con el vizconde Alexandre de Beauharnais. Pero en el otoño de 1777 un trágico accidente acaba con la vida de la hermana de Josefina, y el destino decide que ella se convierta en la futura esposa del vizconde de Beauharnais. Alexandre acepta el trueque sin grandes problemas, y la boda se celebra dos años después.
De ese matrimonio nacen dos hijos, Eugene y Hortense. Sin embargo, a pesar de que Josefina estaba enamorada de Alexandre, ese amor nunca fue correspondido.
El vizconde pensaba que su mujer no estaba a su altura, no poseía la educación de una señorita de la alta sociedad y sus modales de campesina se percibían sin remedio.
Comienza la Revolución Francesa en 1789, y se instala en el país lo que se ha dado en llamar “el reinado del terror”, donde la guillotina llegó a sesgar la vida de cerca de cuarenta mil personas. La eficacia como militar de Alexandre de Beauharnais es puesta en duda y la sospecha cae sobre él, siendo guillotinado en el verano de 1794.
Josefina también está en prisión, se le culpa de traición y conspiración, pero ella tendrá más suerte que su marido. Consigue salir de su encierro, gracias a que ciertos hombres influyentes perciben su belleza y su enorme carisma.
Sin embargo, Josefina se encuentra viuda y en la ruina. Su amistad con Paul Barrás le abre numerosas puertas, y se dice que fueron amantes, aunque al parecer no está del todo comprobado.
Napoleón es un general todavía no muy conocido, pero al que ya se adivina un porvenir muy exitoso. Su encuentro con Josefina se produce en un evento social, y Napoleón cae rendido de inmediato ante su encanto femenino.
En marzo de 1796 se celebra la boda, y al día siguiente Napoleón parte hacia el frente. Josefina, que no sentía el mismo amor por su marido, se dedica a ir de fiesta en fiesta y se deja ver con otros hombres.
Eso llega a oídos de Napoleón, que sin embargo la perdona porque sigue muy enamorado de ella. Le escribe largas cartas de amor, e incluso la llega a requerir a su lado en el campo de batalla.
Josefina acude a regañadientes, pues ni su cariño ni sus pensamientos están con ese hombre. Pero el tiempo pasa y quizá porque se acaba enamorando de su marido o por temor a que la abandone, Josefina cambia de actitud para convertirse en una esposa amante y atenta.
El invierno de 1804 Napoleón se corona emperador, y convierte a Josefina en emperatriz de Francia. Pero su historia de amor tiene un inconveniente extremadamente grave, y es que el matrimonio es incapaz de concebir un heredero. Los asesores de Napoleón no dejan de aconsejarle que la repudie, pero él se resiste.
Sin embargo, llega un momento en que el emperador no puede ya dar la espalda a la realidad, y se divorcia de su mujer. En su discurso afirma: “Sólo Dios sabe que esta decisión me ha destrozado el corazón. He encontrado coraje para ello sólo en la convicción de que sirve a los mejores intereses de Francia. Sólo puedo demostrar gratitud por la ternura y la devoción de mi esposa. Ella ha adornado trece años de mi vida, cuyo recuerdo permanecerá grabado para siempre en mi corazón”.
Josefina se queda sola de nuevo, pero con una extraordinaria renta de dos millones de francos y la vivienda familiar.
Durante un tiempo se siguen intercambiando cartas llenas de pasión, y se dice que Napoleón se hundió en una gran depresión. Pero un heredero era importante para Francia, y el emperador se casa de nuevo con la archiduquesa María Luisa de Austria.
En mayo de 1814, Josefina fallece de un resfriado mal curado. Napoleón está en el exilio, en la isla de Elba, y la noticia le cae como un mazazo.
Cuentan que se encerró en su habitación, y salió a los dos días triste y demacrado.
Acompañaría a su amada en el último viaje seis años más tarde.

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