lunes, 4 de febrero de 2013
UN VERDADERO PARAISO: Wulingyuan
China, sobre su extenso territorio guarda paisajes increíbles como el Valle encantado de de Jiuzhaigou, con sus lagunas de color turquesa, o el Bosque de Piedra de Shilin, con sus impresionantes formaciones rocosas.
Wulingyuan es una pintoresca área formada de montañas y agua situada al noroeste de la provincia de Hunan, centro del país.
No fue hasta comienzos de los años 70 del siglo pasado cuando se descubrió su inimaginable belleza, comparable a la de las Cinco Montañas Sagradas, el monte Huangshan y los paisajes de Guilin, que gozan de gran prestigio desde hace más de mil años."Es una perla perdida en el fondo de las montañas", exclamó Wu Guanzhong ?renombrado pintor chino- al descubrirlo por casualidad. Desde los años 80, Wulingyuan ha venido aumentando su prestigio. Su situación, en la cordillera Wuling, le dio su nombre actual.
Hace millones de años, Wulingyuan era un vasto océano. Debido a los movimientos orogénicos y la erosión del viento y el agua, el área se convirtió en tierra firme de formaciones areniscas con valles y picos rocosos poblados de árboles. Por todas partes se encuentran raras hierbas y flores y crecen frondosos pinos y cipreses.La erosión por acción del agua ha convertido el lugar en una hoya rodeada de peñas de arena roja. La superficie forestal llega al 97,7%. En el área hay varios miles de peñas de diferentes formas, todas magníficas, curiosas, hermosas y atractivas, que conforman un laberinto natural. Ahora se han abierto cinco rutas que llevan a 80 lugares de interés.
Los picos se yerguen monumentales, las rocas presentan formas fantásticas y los arroyos serpentean entre las montañas veladas por nubes y bruma. Gracias a su incalculable valor natural sobresalió rápidamente entre otras montañas célebres de nuestro país de modo que en 1992 fue incluida en la lista de Patrimonios Mundiales de la UNESCO.
El área de Wulingyuan la forman el Parque Forestal Nacional de Zhangjiajie y dos reservas naturales: el Valle Suoxi y la Montaña Hijo del Cielo.
Éstos esconden picos sorprendentes, rocas de mil formas, valles tranquilos y profundos, cuevas calcáreas y arroyos cristalinos.Los picos areniscos tienen un aspecto único en el mundo. Sobre los 360 km² de superficie que ocupa Wulingyuan se agrupan más de 3.000 picos de roca de los que 1.000 alcanzan los 400 metros de altura. Unos parecen brotes de bambú, otros, biombos o espadas.Todo ofrece un espectáculo verdaderamente impresionante. Los puntos estratégicos para admirar el paisaje están en Zhangjiajie y la Montaña Hijo del Cielo. Son unos 80 en total.
Los picos tienen, en general, nombres encantadores como "Bahía de la Sala de las Divinidades", "Libro del Mar del Oeste", "Las Hadas Celestiales Esparcen Flores" o "Gran Poeta Qu Yuan Compone Versos".
En días de lluvia, las nubes flotantes forman un vasto "mar" en el que los picos ora asoman ora desaparecen. Un espectáculo que cambia de manera constante. Cuando hace sol, la bruma torna el aspecto de estos picos amenos, airosos y fascinantes. La mejor época para contemplarlos es el verano, y el punto ideal, la Montaña Hijo del Cielo, muy frecuentada por los fotógrafos.Hay en total 32 arroyos, cada uno con una longitud de por lo menos 2000m, y el Arroyo látigo de Oro y el Río Suoxi ambos corren cruzándolo. El Arroyo látigo de Oro se formó naturalmente y se denominó porque pasaba por la Roca látigo de Oro. Se extiende 5700m a tráves del acantilado empinado y los picos raramente formados. Con el agua cristalina y vegetación exuberante rodeándolo, es reconocida como una de las vías fluviales más bonitas de Zhangjiajie.
Las montañas de Wulingyuan están rodeadas por aguas cristalinas. Entre manantiales, arroyos, estanques, lagos y cataratas hay 800 accidentes geográficos relacionados con el agua que mantienen la espersura de los bosques.El arroyo Látigo de Oro parte de Zhangjiajie para entrar en los estanques Zhicao y Tiaoyu y luego recorrer la explanada Nanmu. Luego salta a Tianzizhou y finalmente desemboca en el río Fengshui, en el valle Suoxi tras un trayecto de unos 10 kilómetros.Caminando por los senderos que serpentean a ambas orillas flanqueadas por altas montañas, uno se embelesa escuchando el canto alegre de los pajarillos, contemplando los peces nadar libremente y apreciando los elegantes puentecillos de madera o las sinuosas escaleras de piedra.
Además de sus pintorescas montañas y aguas, Wulingyuan tiene otra atracción: sus innumerables cuevas calcáreas. Destacan entre éstas: las del Dragón Amarillo, Diosa de la Misericordia, Agua Sonora, Tortuga en Reposo, Nubes Volantes y Caracol de Oro.La Cueva del Dragón Amarillo, la más impactante, a 7,5 kilómetros de profundidad, se divide en cuatro pisos en los que hay un embalse natural, dos ríos subterráneos, tres cascadas y 96 galerías.
El 97,9% del área está cubierta por árboles milenarios. Desde una escarpada cumbre solitaria se pueden observar varios pinos antiguos. También exuberantes árboles de los bosques secundarios primitivos que crecen en vastas extensiones tapando la visión del cielo.
Se ven por doquier plantas raras y preciosas como la Metasequoia glyptostroboides, o secuoya del alba, conocida como un "fósil viviente".Los animales raros como macacos o faisanes andan por todas partes. A principios de los 80, cuando los científicos investigaban la zona no pudieron ocultar su emoción al descubrir que Wulingyuan es un refugio para animales y un "almacén de genes" para los vegetales.Allí el clima es templado y lluvioso, no hace demasiado frío ni calor, la temperatura media anual es de unos 15°C. Son condiciones favorables para el hábitat de animales y plantas.
En Wulingyuan viven las minorías étnicas Tujia, Bai y Miao. Sus viviendas y terrazas se esparcen entre colinas y aguas. Durante las fíestas locales, los turistas son bienvenidos a tomar parte en sus cantos y danzas populares.
Todo ello forma, junto con las verdes montañas, los bosques inextricables y las corrientes de agua, una atracción irresistible, que evoca el dominio de los seres celestiales
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