martes, 19 de febrero de 2013

¿PORQUE EL AGUA DEL MAR ES SALADA?

Cualquiera que haya estado en la playa sabe que el agua de mar es salada. Todo el mundo también sabe que el agua de la lluvia, de los ríos o incluso el hielo es dulce. ¿Por qué hay agua en la Tierra que es dulce y otras que no? Hay dos pistas que nos dan la respuesta.
Primero, el agua dulce no está completamente libre de sales disueltas. Incluso el agua de la lluvia tiene trazas de sustancias que se disuelven en ella a su paso por la atmósfera. En algunos casos debido a la contaminación, pero también hay sustancias naturales. Cuando el agua de la lluvia atraviesa el suelo, disuelve minerales. En el agua que bebemos no podemos apreciar el sabor de estas sales porque su concentración es muy baja. Finalmente, este agua con pequeñas cantidades de minerales o sales disueltas llega a los arroyos y termina en lagos y océanos. Las sales aportadas por todos los ríos del mundo equipararían el contenido de sal del océano en unos 200 o 300 millones de años.
La segunda pista de como el océano pudo hacerse salado, es la presencia de lagos salados como Salt Lake y el Mar Muerto. Ambos son unas 10 veces más salados que el agua de mar. ¿Por qué estos lagos son salados si la mayor parte de los lagos del mundo no lo son?. Los ríos y las corrientes llevan agua a los lagos, y otros ríos sacan agua de los lagos. De hecho, podemos considerar los lagos como embalses naturales que se producen en grandes depresiones del cauce de un río que se llenan de agua. El agua fluye a través del lago. En Sal Lake o en el Mar Muerto, no hay salida de agua. Todo el agua que llega a estos lagos, sólo sale por evaporación. Cuando el agua se evapora, las sales disueltas quedan en el agua. Solo unos pocos ríos son salados porque los ríos aportan sales a los lagos, parte del agua se evapora, y el contenido de sal aumenta. El mismo proceso hace los mares salados. Los ríos llevan sales disueltas al océano. El agua se evapora de los océanos para volver a caer como lluvia y alimentar a los ríos, pero las sales permanecen en los océanos. A causa del enorme volumen de los océanos, cientos de millones de años de entrada de rios se requerirían para que el contenido de sal llegara a los niveles actuales.
Los ríos no son la única fuente de sales disueltas. Hace unos veinte años, se descubrieron algunos hechos en la cima de las cordilleras oceánicas que modificaron nuestras ideas acerca de cómo el mar se hizo salado. Existen géiseres submarinos que expulsan agua caliente que disuelve minerales de la corteza submarina y los lleva al océano. Estas fuentes tienen un importante efecto en la salinidad del agua del mar. Las reacciones entre el agua del mar y el basalto oceánico, la roca principal de la corteza, no se producen en un único sentido, algunas de las sales disueltas reaccionan con la roca y se depositan en ella, disminuyendo el contenido en sal del agua. Un último proceso que lleva sal a los océanos es el vulcanismo submarino, la erupción de los volcanes bajo el agua. El proceso es similar al caso anterior en el que el agua del mar disuelve algunos de los minerales de la roca caliente.
 ¿Se harán más salados los océanos? Probablemente no. De hecho, el agua del mar ha tenido el mismo contenido de sal durante cientos de millones de años. El contenido en sales ha alcanzado un estado de equilibrio. Las sales desaparecen del mar para formar nuevos minerales en el fondo del océano a la misma velocidad que los ríos y los procesos hidrotérmicos suministran nuevas sales. Para resumir: Cuando el agua entra en contacto con las rocas de la corteza terrestre, bien en la superficie de la Tierra o en la corteza oceánica, algunos de los minerales de la roca se disuelven y pasan al océano. El contenido de sal del mar no cambia debido a que se forman nuevos minerales a la misma velocidad que se añaden. El contenido en sales del agua del mar, está en equilibrio.

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