martes, 29 de enero de 2013
VA DE ANIMALES: EL TARSERO FANTASMA,ANIMAL SUICIDA
El Tarsero fantasma(Tarsius tariser), que mide apenas 13 centímetros y es uno de los primates más pequeños del mundo, posee unos enormes ojos característicos que le permiten ver en la oscuridad.Además, este pequeño primate pertenece al escaso grupo de carnívoros de su especie alimentándose de insectos, pequeños murciélagos y pájaros. Se cree que a lo largo de los últimos 45 millones de años esta especie primate ha evolucionado muy poco.
Sus enormes ojos, uno de sus rasgos más característicos, son más grandes que su cerebro y se cree que sería la especie con los órganos visuales más grandes, en proporción a su cuerpo, de entre todos los mamíferos conocidos. Sus ojos son tan grandes que los Tarseros fantasma son incapaces de moverlos hacia los lados por lo que tienen que girar la cabeza entera para poder fijar su visión lateral. Asimismo, otra de las peculiaridades de los Tarseros fantasma es que la luz no se refleja en sus ojos por lo que los investigadores tienen muchas dificultades para localizarlos en la noche ya que las cámaras de visión nocturna no detectan el brillo característico de los animales en la noche. A pesar de ello, un equipo de filmación de la 'BBC' ha logrado captar unas imágenes del Tarsero fantasma en su hábitat natural en plena selva indonesia.
Gracias a las filmaciones obtenidas por el equipo de científicos, se ha logrado constatar que, a pesar de ser un animal muy huidizo, el Tarsero fantasma es una especie muy social. Además de vivir en pequeñas comunidades y siempre en el mismo árbol, se ha descubierto que prefieren dormir los unos junto a los otros a pesar de que no se haya encontrado una explicación verosímil a este hecho ya que esto disminuye su sistema de defensa. Una de las posibles explicaciones que encuentran los investigadores es que los Tarseros fantasma, al vivir juntos, suman sus agudos sentidos de vista y oído para detectar presas y posibles depredadores, principalmente serpientes.Les gusta sujetarse de las ramas con sus manos y pies, cuyas terminaciones funcionan como adhesivos y los ayudan a mantenerse bien agarrados.Se alimentan de insectos, lagartos y arañas, fácilmente capturados gracias a su poderoso sentido del oído y -por supuesto- a su privilegiada visión.
El tarsero es una de las mayores atracciones turísticas de Filipinas por su aspecto amable, lo que no le ha beneficiado, pues durante años ha sido exportado ilegalmente para intentar convertirlo en mascota, una tarea casi imposible.Sufre tal estrés cuando vive enjaulado que a menudo termina golpeándose la cabeza contra los barrotes o sumergiéndola en el agua para quitarse la vida. Así es el ansia de libertad de este peculiar animal de enormes ojos marrones similares a los de un búho, y los más grandes en proporción a su cuerpo de cualquier mamífero.
“No pueden sobrevivir demasiado tiempo enjaulados, les provoca estrés. Después de algunos meses se golpean la cabeza y si tienen cerca un recipiente con agua se ahogan a sí mismos. Lo he visto varias veces”, indicó Carlito Pizarras, responsable del cuidado de los primates en la Fundación del Tarsero en la isla de Bohol.
Según algunos estudios científicos, el animal entre rejas cuelga su cabeza de la pared hasta provocarse la muerte, o incluso llega a deprimirse tanto que fallece de un trauma psicológico.
En caso de sobrevivir lejos de su hábitat, estos insectívoros que salen de caza por la noche y duermen durante el día en las ramas de los árboles viven apenas doce años, la mitad que en libertad.
Los cerca de cien tarseros del santuario de Bohol disponen de un bosque cercado de ocho hectáreas en el que viven en semilibertad y donde los turistas pueden observarlos acompañados de un guía, pero tienen prohibido tocarlos.
Esta restricción anima a muchos a visitar otros establecimientos menos rigurosos, y en teoría ilegales, donde los primates viven en un espacio reducido y los turistas se pueden fotografiar con ellos en la mano.“El contacto con los humanos les afecta mucho, incluso pueden dejar de respirar por el estrés en esos momentos”, lamenta Pizarras, que lleva toda la vida observando a los tarseros, primero como simple criador aficionado y cazador, y después como cuidador.
“De pequeño solía ir a cazar con mi padre y, cuando vi un tarsero por primera vez a los 12 años, me fascinó. Enseguida quise capturarlos para criarlos en cautividad o para disecarlos y venderlos a turistas, ya que también soy taxidermista”, señala.
Con los años y al tiempo que iba descubriendo las peculiaridades de estas criaturas, Pizarras se dio cuenta de que cada vez era más difícil hallarlas en las selvas de Bohol.
“Ahora está mejorando la situación, hace 30 años desaparecían porque se quemaban bosques para transformarlos en campos de cultivo. Y también había mucha gente que los capturaba para venderlos como mascotas o campesinos que los mataban porque pensaban que comían sus cosechas”, rememora.
En contra de lo que proclaman algunas guías turísticas, el tarsero filipino no es un mono, aunque esté emparentado con estos y los gorilas al pertenecer a la familia de los prosimios.
Gracias a sus facultades para ver en la oscuridad, potencia de salto -puede recorrer distancias de hasta cinco metros- e increíble flexibilidad en el cuello, que le permite girar la cabeza 180 grados, es capaz de defenderse de animales de mayor envergadura como murciélagos, serpientes o salamandras.
Estas cualidades otorgan al tarsero filipino (tarsius syrichta) un instinto de supervivencia tan desarrollado que la especie ha permanecido prácticamente inalterada durante 45 millones de años, cuando los dinosaurios dominaban la Tierra.
quiero uno es gracioso...
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ResponderEliminarAcaso no sabes leer?
ResponderEliminar><
Q hermosuras, bellos observarlos cni siquiera foto eso los estresa, dejemos de pensar tanto en nosotros, cuidemos a la fauna y a la flora ❣️
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