martes, 29 de enero de 2013

MI GRANADA: EL ALJIBE DE LA VIEJA

SITUADO en un rincón no muy frecuentado del Albaicín, poca gente sospecharía que este aljibe soporta las inclemencias desde hace siete siglos.Recibe este nomnre debido a una leyenda que circula sobre el en el ciudad de Granada.
El Albaicín se encuentra a la sombra de la Alambra, es un barrio muy antiguo e histórico, un laberinto de callejas y casas, plazuelas y fuentes; es vieja esta barriada, llena de duendes y leyendas como sólo los lugares de antaño pueden tener. La historia cuenta que una vieja milenaria poseía en su carmen del antiguo barrio una higuera de frutos muy sabrosos. Tan ricos eran los higos que nacían de ella que los niños del barrio los robaban incansables y tan harta quedó la anciana que decidió hacer un pacto con el diablo para agriarlos para siempre. La leyenda, que aparece en el Libro de las tradiciones de Granada (1888) de Francisco de P. Villa, tiene muchas otras versiones. Según una de ellas, el espíritu de esta anciana -que murió en la higuera- se aparece atrayendo a los paseantes con higos de oro acompañada de tres sombras femeninas que bailan en torno al árbol y que cuando alguien se aproxima la figura de la vieja se convierte en lechuza.
Tambien se dice que al morir la vieja(a la que dan el nombre de María Tomillo), se escuchaban cerca del aljibe gritos, y se veía cómo a las 12 en punto de la noche aparecía la sombra de la vieja dando vueltas alrededor de la higuera. Según se dice, las noches de los domingos la vieja se aparecía a los jóvenes desde el fondo del aljibe, ofreciéndoles sus higos, que se habían hecho de oro.Igualmente se cuenta que en el fondo esto no era más que una estratagema de unos contrabandistas de oro que hicieron correr semejante rumor por si alguno atisbaba los brillos del metal con el que traficaban por las noches.Se trataba de una técnica de despiste para alejar a los atemorizados albaicineros. Cuentan otros que, después de ser atacados por las sombras tres niños que habían intentado hacerse con los higos, la Santa Inquisición mandó cortar la higuera, pero ésta brotaba una y otra vez.
Esta situado en un pequeño ensanche de la calle Aljibe de la Vieja, bajo el jardín de un carmen. También da nombre a una placeta situada al inicio de la calle. Gómez-Moreno indica, en su Guía de Granada, que en el siglo XVII le decían Aljibe de la Rábita, por haber pertenecido a la Rábita Aceituna (Yami al-Zaytuna), aunque Seco de Lucena Paredes lo denomina Aljama del Olivo.Su aspecto exterior es, en la actualidad, bastante triste,aunque apacible, puesto que los enfoscados modernos del muro de contención del jardín situado en las bóvedas han ocultado casi totalmente la portada. Todavía se puede apreciar un pequeño arco de herradura apuntado, que enmarca un reducido espacio cubierto por una bóveda inclinada, cuya sección es un arco rebajado. A ambos lados hay dos nichos cuya finalidad se desconoce.
A través de las fotografías y descripciones realizadas hacia 1890, podemos averiguar algunos detalles de la portada. El arco estaba enmarcado por un alfiz y trasdosado por una hilada de ladrillo, siendo sus impostas del mismo material. Antiguamente estuvo pintado en rojo. Consta de una nave cubierta con bóveda esquifada que se corta octogonalmente con otra de medio cañón. Ambas tienen una cinta rehundida de siente centímetros de anchura, por dos centímetros y medio de profundidad, que recorre sus claves, y arrancan de los muros a partir de un pequeño resalte. Los muros son de ladrillo, de 29,5 x 14,5 centímetros, aparejados con hiladas alternativas de soga y tizón. Bóvedas y muros están protegidos por un enfoscado de mortero de cal color blanco, excepto los frentes de la bóveda transversal y la cinta rehundida que lo tienen de color almagra.
La solería es de ladrillo, de 28 x 14 centímetros, colocado en hiladas con las juntas contrapeadas. Presenta la particularidad de que está rodeado por una cenefa de 10 centímetros de anchura, constituida con una media caña de mortero, con objeto de facilitar la limpieza, aunque parece reciente. Las dimensiones del aljibe son 4,89 metros de largo, 2,35 de ancho, y 4,04 de alto. Su capacidad es de 31 metros cúbicos, por lo que está considerado como de tamaño medio. Se conservan los agujeros por donde llegaban los tubos de suministro y rebosadero de aguas, así como el brocal de piedra de Sierra Elvira.
 Por sus características puede deducirse que debió construirse en el siglo XIV, el de mayor auge de la arquitectura nazarí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario